domingo, 5 de mayo de 2013

¿Castilla es una región o es una nación?

 

Según algunos autores, no se puede definir nación de forma independiente de Estado. Considerar esto nos llevaría entonces a considerar el concepto político de nación y a la premisa de que la aspiración de toda nación no sería otra que la de regir su propio destino a todos los niveles. Esto es, la de ser un Estado.

Si nos detenemos brevemente en este punto, no podemos obviar el hecho histórico: Castilla ha sido más tiempo un Estado, un reino, que una parte de España. De acuerdo, un estado medieval, no un estado como lo entendemos despuñes del siglo XIX. Pero, con este antecedente, ¿podemos sin más afirmar que Castilla no es una nación?, porque si lo fue, ¿dejó después de serlo de pronto?

Añadamos otro punto antes de responder a esa cuestion: el hecho, también histórico (y en este contexto me gusta siempre referenciar el prólogo del Poema de Fernán González) relativia que los Castellanos no podemos disociar nuestro concepto de Castilla de la relación de ésta con España. Es más, en alguna ocasión me he referido a que la diferencia entre regionalistas y nacionalistas castellanos estriba meramente en un debate de términos: los primeros definen a Castilla como una región dentro de la nación que es España, mientras que los segundos definimos a Castilla como una nación dentro de la nación de naciones que es España.

Pero la idea de definir España como nación de naciones estuvo presente durante el debate constitucional del 78, durante la Transición. Algunos grupos políticos, autoerigidos como defensores de la indisoluble unidad de la Patria (principio en sí con el que comulgo, al margen de la interpretación del mismo por los referidos) frenaron el desarrollo de esa propuesta y al final se optó por una expresión de consenso para poder designar a los territorios con aspiraciones a ser reconocidos como naciones. La expresón de consenso fue nacionalidad. Se definió, de esta manera, a España como un Estado plural compuesto por nacionalidades y regiones (... y de esos barros vienen estos lodos: el actual Estado asimétrico ... pero esa es otra historia) y no se volvió a hablar de naciones por mucho tiempo.

Con todo, vemos que la definición de Castilla, como nación o no, viene indisolublemente unida al sentimiento y entendimiento de los castellanos de la idea política de España. Curiosa circunstancia.

Asumida esta realidad, me planteo si la solución no es sino esta: Castilla debe ser un Estado dentro de una definición confederal de España. Así tenemos la Nación-Estado Castilla como conformante de una realidad superior también Nación y también Estado, pero en una jerarquía superior reconocida explícitamentente que, sin embargo, no menoscaba las aspiraciones de la primera. Otro día hablaremos de federalismo.

Pero, por otro lado, existe el concepto de nación cultural. Desde la perspectiva del mismo, una nación sería una comunidad humana con rasgos comunes a nivel sociocultural (ideas, signos, pautas, tradiciones, incluso carácter de las gentes), asociada a un territorio, compartiendo una memoria histórica y constituyendo también una comunidad de intereses compartidos con independencia de sus aspiraciones políticas.

Dejo estos elementos de reflexión para cada uno y que cada cual emita su opinión. Pero yo me voy a "mojar":

Con esta segunda definición, yo lo tengo claro: Castilla es una nación con independencia de si su proyecto político es ser un Estado independiente, un Estado federado o confederado dentro de España o un ente administrativo (por ejemplo, Comunidad Autónoma) dentro del Estado Español. Es por tanto que yo me declaro abiertamente nacionalista castellano sin que esto signifique que pretenda un proyecto independentista para Castilla... 

... si bien tal hipotético proyecto no tiene sentido: ¡justamente porque sería contrario a la propia esencia de Castilla!